ACTUALIDAD

ENTREVISTA A NUESTROS HÉROES. V.

Hoy queremos traer las vivencias de otros dos hermanos que siguen trabajando para ayudarnos a todos en esta crisis sanitaria que nos sacude. Un mensaje de esperanza y un consejo sincero hacia el resto de hermanos. Manifestamos una profunda gratitud a todos los hermanos que estáis colaborando con este proyecto y sirvan estas palabras como reconocimiento por su labor. Sigamos orando por ellos, uniéndonos a las peticiones que estos dos hermanos han realizado es sus completas entrevistas.

Compartimos dos entrevistas, en primer lugar a Ntro. Hno. Miguel Ángel Martínez Costa, agente de la Policía Local de Sevilla.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?
Nuestro trabajo sigue siendo el mismo que antes de la crisis, si bien se ha reorientado preferentemente hacia la labor de vigilancia y control del cumplimiento de las medidas de confinamiento decretadas con el Estado de Alarma. No obstante se siguen atendiendo los servicios cotidianos que se presentan, naturalmente.

2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?
De camino al trabajo, al ver el poquísimo tránsito por las calles, y casi todos los establecimientos cerrados, me viene al pensamiento la cantidad de personas que no pueden desarrollar sus quehaceres con normalidad, y el gran cambio que esta situación está suponiendo en sus vidas y en la de todos, claro está. Una normalidad que tardaremos mucho en recuperar, me temo, y que en muchos aspectos supondrá sin duda un antes y un después. Por eso es tan importante que nos lo tomemos muy en serio y sigamos las pautas que el confinamiento nos dicta, para que entre todos podamos reducir al mínimo su duración y sus consecuencias.
Al llegar al trabajo nos lo encontramos todo “patas arriba”, como quien dice. No porque haya ningún tipo de desorden, ni mucho menos, sino porque esta situación nos ha impuesto estrictas normas internas y sistemas de trabajo nuevos, enfocados a nuestra autoprotección y a evitar al máximo el posible contagio entre nosotros, y como es natural nos ha trastocado muchas cosas. Todo esto añade bastante incomodidad al desarrollo de nuestro trabajo, la verdad, pero nos debemos a nuestro servicio, todos hemos tomado conciencia de la situación y nos hemos adaptado desde el primer día para poder estar al pie del cañón con más eficacia si cabe que de costumbre.

3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.

Lo más negativo quizás hasta ahora ha sido comprobar cuán desalmada puede ser alguna gente, como para aprovecharse de esta situación de angustia, incertidumbre y zozobra y tratar de sacar provecho engañando o estafando de mil maneras a los más vulnerables, que en estos momentos son nuestros mayores. También los que se saltan las medidas de confinamiento y se inventan una historia pretendiendo engañarte. No se dan cuenta de que se están engañando a ellos mismos aunque, eso sí, ponen en riesgo también a los demás.

4.- ¿Y tu mejor experiencia? es decir, la más positiva.

Lo más positivo es ver cómo se han volcado tantas y tantas personas, es el ejemplo de los cumplidores, que son la inmensa mayoría, los que se quedan sacrificándose en casa y siguen el confinamiento al pie de la letra, el ejemplo de todas esas personas que se ofrecen para ayudar en lo que puedan, los maestros que se las ingenian para dar clases a distancia a los niños, los vecinos que se ofrecen a hacer la compra a los más mayores e impedidos que no pueden salir de su casa, las personas anónimas que te paran por la calle a darte un par de guantes o una mascarilla hecha por ellos mismos. En definitiva personas corrientes que han tomado conciencia de a lo que nos enfrentamos y ponen cada uno su granito de arena.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Me quedo con la lección que creo que deberemos aprender de este trance. Creo que nos va a dar una lección de humildad; quizás vamos a recordar el valor de lo sencillo, de lo cotidiano: un paseo por el parque, un café con los compañeros de trabajo, contemplar una puesta de sol, un abrazo a ese amigo del que sólo te acordabas para mandarle chistes por el WhatsApp, una comida en familia simplemente “porque sí”, sin que tenga que mediar una fecha especial, etc. En definitiva creo que nos va a enseñar a valorar más las relaciones humanas.

6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?
Al Cristo y a la Virgen les pediría muchas cosas. Les pediría salud, por supuesto, para todos . Les pediría consuelo para todas esas personas que están perdiendo a seres queridos sin poder ni siquiera acompañarlos. Les pediría que se encuentre pronto una vacuna. Y por último, en el ámbito más personal, les pediría poder seguir desempeñando mi trabajo al cien por cien, ahora más que nunca.

 

En segundo lugar, compartimos la experiencia de Ntra. Hna. Trinidad Majúa Velázquez, D.U.E. (enfermera) en la clínica pediátrica Dr. Aguilar – Dr. Sacristán.

1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?
El trabajo ha cambiado para casi todos. Al ser una clínica pediátrica, hay que mantener el ritmo, ya que los niños suponen la principal preocupación cuando de enfermedades se trata. Hay menos demanda porque se han reducido la mayoría de las consultas, manteniéndose, por supuesto, las urgencias; y atendiéndose gran parte de ellas por vía telefónica para evitar el riesgo de contagio, al tener los niños tienen una alta capacidad de transmisión de este virus, debido a la ausencia de síntomas en la mayoría de los casos. Esto está provocando que se estén atendiendo gran cantidad de llamadas, ya que resulta difícil para los padres distinguir esta enfermedad del resto de cuadros respiratorios y alérgicos propios de los niños en esta época, por presentar una sintomatología tan común. No obstante, siguen estando presentes patologías de otro tipo que se están atendiendo de forma presencial cuando se hace necesario, incluso mediante fotos y vídeos, para poder diagnosticar con más claridad.

2. ¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?
Los primeros días parecía que estábamos viviendo un mal sueño. Pero a medida que va pasando el tiempo nos vamos acostumbrando a lo que nos está tocando vivir y lo hacemos de la mejor manera que cada uno puede. Yo voy cada día con las mismas ganas e ilusión de siempre, aunque en un estado de alerta constante, pendiente de los cambios de situación que vayan produciéndose, pero manteniendo la calma e intentando dejar el miedo a un lado, sobre todo por ellos, los niños, a los que no debemos transmitirle la ansiedad que nos inunda.

3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.
Como dije antes, los niños que están pasando la enfermedad lo están haciendo, en general, de una forma muy atenuada, por lo que no hemos tenido hasta el momento, gracias a Dios, ningún caso grave; y las consultas se están solventando de manera admirable por todos los profesionales.

4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.
Para mí, en estos momentos, lo más positivo es terminar la jornada con la certeza de que se ha quedado todo resuelto, facilitando la información necesaria para que los padres puedan aclarar sus dudas y actuar en las distintas situaciones que se presenten. Igualmente, se les orienta para que reconozcan los síntomas, se les aconseja sobre medidas de higiene de los niños (que les servirán para un futuro) y se les sugiere que hablen con ellos del tema de una forma natural, en un ambiente y con un lenguaje adaptado a cada edad, para que lo comprendan y no tengan que recurrir a la imaginación. Es muy importante que vigilen las conversaciones entre adultos y les protejan de las noticias más nocivas que se puedan estar dando estos días, ya que los menores están siempre mirando y aprendiendo de nosotros. En definitiva, contribuir a prestar la atención necesaria para que los niños puedan seguir estando en casa sin necesidad de tener que desplazarse, es la mayor prioridad que tenemos ahora mismo.

5. ¿Con qué te quedas de todo esto?
Me quedo con la parte humana de las personas en estos momentos. Está saliendo lo mejor de cada uno en una situación límite como la que estamos viviendo, que está poniendo a prueba la capacidad de empatía y solidaridad que todos tenemos. Se está comprobando que “haciendo piña” es como únicamente vamos a salir de ésta. En lo que respecta a los niños, no se les puede pedir más. Lo están haciendo mucho mejor que los adultos, se han adaptado perfectamente a la situación y no creo que olviden nunca todo lo que están recibiendo durante estos días, en los que están pudiendo disfrutar de sus padres a tiempo completo. Como es normal, dependiendo de la edad y de los casos especiales, habrá unos que necesiten más actividad que otros, pero, en general, todos lo están viviendo con mucha más normalidad que los adultos. Esa es la parte positiva de haber tenido que frenar en seco una rutina en la que íbamos demasiado deprisa a “no se sabe dónde” y en la que los niños han venido siendo los principales afectados. No me cabe duda de que son los que más están valorando estos días de máxima dedicación.

6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

SALUD QUE EL CRISTO DE LA VERA-CRUZ Y LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS NOS PROTEJAN E INTERCEDAN POR TODOS: Por los que ahora están luchando contra la enfermedad, para que no los suelten de su mano y les den la fortaleza que necesitan para recuperarse. Que los que no pudieron superarla ya estén junto a ELLOS gozando de la plenitud de su compañía. Que reconforte a los que perdieron a algún familiar, que tengan el consuelo necesario para aliviar su dolor en ese difícil trance. Y a todos, que nos den fuerza y entereza para mantenernos firmes en la FE en estos complicados momentos y que, como cristianos, sepamos permanecer unidos por medio de la Oración.