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NUESTROS HÉROES. XII.

Volvemos a trasladar la experiencia de los hermanos cruceros que se enfrentan cada día, desde su puesto de trabajo, a la realidad de esta crisis sanitaria que estamos viviendo. Pretendemos que su mensaje sirva de testimonio sincero. Asimismo, rogamos a Dios, Nuestro Señor, que proteja a estos hermanos ante tan loable labor, agradeciendo la colaboración con este proyecto.

Hoy compartimos dos entrevistas, en primer lugar a Ntro. Hno. Óscar M. López Moreira, Médico Especialista en Pediatría. Coordinador de Urgencias de Pediatría. Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

En lo esencial sí, estoy realizando el mismo trabajo de siempre, que no es otro que el de intentar resolver los problemas e inquietudes de los padres que acuden a Urgencias del Hospital con un niño enfermo. Sin embargo, desde hace ya varios meses, los profesionales venimos enterándonos por medios de comunicación científicos de esta enfermedad, por tanto, la dinámica en mi lugar de trabajo lógicamente ha cambiado de forma significativa. Como Coordinador de las Urgencias de Pediatría donde trabajo, mis compañeros y yo hemos tenido que ir preparándonos para la Pandemia que sabíamos que iba a llegar, alterando el circuito por el que pasa el paciente desde que entra en el Hospital hasta que sale, ya que es fundamental proteger de los posibles contagios a otros niños y familiares que no tengan el COVID-19 de los que potencialmente lo puedan tener. También era fundamental mantenernos todos los profesionales sanitarios protegidos del contagio al que estamos expuestos en primera línea de combate, desde el Celador que acompaña al niño a su llegada hasta el Personal de Limpieza que limpia la consulta donde ha sido atendido ese niño. Por ello se antojaba fundamental provisionar el Servicio de los famosos EPIs que, realmente han escaseado por momentos, y dicha escasez se convertía (ya digo, en determinados momentos) en el principal problema para la atención sanitaria en todo el Hospital.

2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Pues la dinámica del camino al trabajo ha cambiado ya que ahora, no solo se trabaja de forma presente en el Hospital sino que se ha potenciado el Teletrabajo, como en otras profesiones. Ahora trabajamos parcialmente en casa para minimizar la exposición al virus. Muchos compañeros de otras especialidades pasan consulta desde casa de forma telefónica. Pero, cuando sí debemos estar aquí presentes, uno intenta no pensar en exceso en el verdadero riesgo al que estamos expuestos de llevarnos el virus a casa. Todos estamos perfectamente formados para saber qué pasos tenemos que seguir para protegernos de dicho contagio y, cuando ya estás allí intentas hacer el trabajo con la mente puesta exclusivamente en el paciente que tienes delante. Y esto es importante ya que, otra de las preocupaciones que tenemos los Pediatras es que no todo es Coronavirus y las enfermedades importantes y potencialmente graves como apendicitis, meningitis, sepsis… siguen existiendo y hay que estar concentrados para diagnosticarlas lo más precoz posible.

3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.

Sin duda mi peor experiencia hasta ahora desde que llegó esta grave crisis sanitaria ha sido el tener que auto aislarme de mi hija durante un tiempo. Cuando uno se expone a pacientes potencialmente infectados con el COVID-19, por mucho que estés protegido, no paras de pensar en que has podido contagiarte, de hecho te enteras de pronto un día de que compañeros con los que has estado trabajando durante toda una guardia o reunidos contigo, se han contagiado. Y en ese momento uno decide que el estar con tu hija y exponerla al virus se convierte en algo irresponsable, y tomo la decisión de auto aislarme durante unos días sin poderla ver, sólo por videollamadas, para protegerla a ella y a los que la rodean. Es una decisión que sabes que es acertada, pero se me ha hecho tremendamente duro el no poder abrazarla y besarla durante un tiempo que, como os podéis imaginar, se me ha hecho interminable. Ha sido mi peor experiencia, sin duda.

4.- ¿Y tu mejor experiencia? es decir, la más positiva.

Pues afortunadamente, este dichoso virus no afecta de forma grave a los niños en general por lo que, como experiencia positiva me quedo con las noticias que me llegan de compañeros médicos de los pacientes adultos que se van de alta cada día con la enfermedad superada. Me pongo en la piel de esas personas en el momento en que son informadas de que están curados y que pueden irse a casa con sus familias. No hay otra forma de llevar esta crisis adelante que pensar en que la mayoría de las personas se curan y pueden seguir con sus vidas.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Pues me quedo con dos cosas: primero, sin duda con la FAMILIA y los AMIGOS. Cuando uno está confinado en casa durante todo este tiempo se da cuenta cuánto echas de menos abrazar a tus padres, por ejemplo. O que tu hija te diga de cerca “te quiero, papá”. O compartir unas risas con tus hermanos teniéndolos cerquita. O tomar unas cervezas con tus amigos de siempre y hermanos de la Hermandad en tiempos de Cuaresma.
Por eso creo que TODOS  tenemos que aprender de esta situación a valorar lo verdaderamente importante en esta vida: mantener siempre vivo el amor a los tuyos.
Y lo segundo con lo que me quedo es con la magnífica SANIDAD que tenemos, tanto Pública como Privada, más allá de debates e ideologías políticas que siempre he creído absurdas. Veo diariamente la gran responsabilidad y solidaridad de todos los que estamos trabajando para atender a la sociedad en esta pandemia en la que estamos sumergidos. Por eso también creo que la propia sociedad va a aprender a valorar la labor que dicho colectivo Sanitario y de Servicios realiza, no solo ahora, sino día a día.

6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

Le pido a mi Cristo de la Vera-Cruz y a mi Virgen Santísima de las Angustias, ahora, que nos proteja a todos. Y una vez que salgamos de esta, que nos guíe y anime a seguir el camino que hemos aprendido con este confinamiento tan duro: el camino de la bondad, del compromiso, de la empatía con el prójimo. Pues la envidia no deberá existir ya que todos habremos sufrido. Que todo el mundo entienda lo frágil que significa estar sanos y así el amor a los nuestros se hará más grande. Cuidaros hermanos cruceros, y rezad para que tengamos otros muchos Jueves Santo de gozo pleno como los ya vividos.

En segundo lugar, traemos la experiencia de Ntro. Hno. José Ramón Moreno, servicio de limpieza en el complejo medioambiental La Vega.

1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

En estos momentos, realizo el mismo trabajo de antes de empezar la crisis sanitaria.

2.¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Pienso antes que nada en mi familia, en las medidas de seguridad a tomar mientras llego a mi lugar de trabajo y a encomendarme a Dios para que la jornada sea lo menos arriesgada posible. Cuando llego a los sitios donde recogemos los residuos, es desolador ver el panorama, calles vacías, gente sin contacto… creo que es una de las cosas más difíciles de asimilar.

3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.

La recogida de residuos tiene sus riesgos específicos en los sitios donde sabes que hay un foco grande de contagios, uno de ellos fue el hotel Alcora, donde tanto el cuidadoso trabajo que conlleva retirar residuos de un sitio con varios enfermos a sabiendas que la gente que está dentro está luchando por su vida, hace que sea particularmente difícil el realizar tu trabajo, y contando con el cuidado necesario para no contaminarte.

4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.

La mejor experiencia ha sido el encontrar en un punto de recogida de contenedores, un dibujo de una niña agradeciendo el trabajo de los basureros.

5. ¿Con qué te quedas de todo esto?

Con que la vida es algo efímero, que saldremos de esta, pero será difícil que de mi memoria desaparezca esta situación… Solo espero que nos sirva para ser mejores personas, más empáticos.

6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

Su bendición, que nos resguarde bajo su manto, y que dé la salud y la fuerza necesaria para los enfermos. Que termine esto pronto y poder volver a vivir normalmente.