ADVIENTO 2021

La palabra latina "adventus"; significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de

Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que
preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el
arrepentimiento para la llegada del Señor. El color litúrgico de este tiempo es el morado que
significa penitencia.
El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a
recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.
Esta es su triple finalidad:
- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y
nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de
nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.
- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de
Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por
los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.
- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en
la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y
premiará con el Cielo a los que han creído en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos
buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna
sin sufrimientos.
Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y
nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.
En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino
siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de
nuevo en lo mismo.
Nuestra vida se hace bella y feliz cuando esperamos a alguien querido e importante. Que este
#Adviento nos ayude a transformar la esperanza en la certeza de que Aquel que esperamos nos
ama y no nos abandona nunca. (Papa Francisco)