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ENTREVISTA A NUESTROS HÉROES. XXVIII.

Hoy queremos traer las vivencias de nuestros hermanos que siguen trabajando para ayudarnos a todos en esta crisis sanitaria que nos sacude. Un mensaje de esperanza y un consejo sincero hacia el resto de hermanos. Manifestamos una profunda gratitud a todos los hermanos que estáis colaborando con este proyecto y sirvan estas palabras como reconocimiento por su labor. Sigamos orando por ellos, uniéndonos a las peticiones que han realizado es sus entrevistas.

Hoy compartimos tres entrevistas, en primer lugar a Ntra. Hna. Ana María Méndez Benítez auxiliar sociosanitaria en Ayuda a Domicilio en nuestro pueblo.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Sí, mis funciones y tareas son las mismas. A raíz de esta pandemia realizamos servicios mínimos prioritarios pero a la vez protegiendo a nuestros usuarios al estar en contacto con ellos el menor tiempo posible.

2.- ¿Cuando te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

El trayecto hacia mi trabajo me lleva a pasar por nuestra Casa Hermandad todos los días, miro a nuestro bendito Cristo de la Vera-Cruz, le pido fortaleza para afrontar el nuevo día y a nuestra Madre de las Angustias le pido que nos siga protegiendo a todos los alcalareños bajo su manto, inevitablemente al seguir mi camino me encuentro con la casa de mi suegra Encarna Gallardo, que para mí fue en todo momento un ejemplo a seguir en cuanto a la fuerza vital que derramaba y su constante afán de superación en todo, pidiéndole día a día que donde quiera que esté, me transmita su misma fuerza para afrontar toda esta situación. Al llegar a casa de mis usuarios lo primero que recibo de ellos es la confianza y seguridad con la que nos dejan entrar en sus casas, eso hace que todos los miedos y temores que tenemos se hagan más llevaderos, ni qué decir tiene las miles de preguntas que hacen queriendo entender lo que está pasando, cómo va la vida en el pueblo, cuándo se acabará esto... en definitiva ¿cuándo volverán también ellos a la normalidad?

3.- De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia? es decir, la vivencia más negativa.

En general la ruptura brutal y de golpe, de todas nuestras costumbres, algunas de ellas tan arraigadas y sentidas como nuestra Semana Grande. Por supuesto el contacto cotidiano con mis hijos, mis nietos, mis padres, mis hermanas, mis amigos… En particular la pérdida de una gran compañera que por las circunstancias que todos sabemos no pudimos despedirnos de ella. Un abrazo Eva, te echamos de menos.

4.- ¿Y tu mejor experiencia? es decir, la más positiva.

Mi mejor experiencia ha sido saber que todos los días las personas que asisto están esperando mi compañía, pues así me siento más recompensada y valorada en mi labor. De ahí qué día a día se renueve mi autoestima para seguir trabajando por ellos. Saber también que poco a poco saldremos de ésta y entre todos lo vamos a conseguir.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Estos días de confinamiento me han hecho valorar más cualquier momento del día, me doy cuenta de lo vulnerables que podemos llegar a ser y cómo en estas situaciones extremas, podemos mostrar todos los valores que engrandecen a las personas. De todo esto, me quedo en la forma en que nuestros mayores están afrontando el confinamiento. Veo tanta resignación y valentía en ellos que es digno de admirar y ejemplo a seguir.

6.- Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

A nuestro Cristo de la Vera-Cruz y su Bendita Madre de las Angustias les pido consuelo para todas las familias que no han podido estar con sus seres queridos en los momentos de mayor dolor, que ellos iluminen con su luz infinita a nuestros científicos y médicos para encontrar pronto una solución y para que esta situación en la que estamos no se vuelva a repetir nunca más.

En segundo lugar, compartimos la experiencia de Ntra. Hna. Mª Carmen Martínez Costa. Enfermera de Prácticas Avanzadas en Ostomías. Hospital Universitario Virgen Macarena.

1. ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Sí,  el mismo trabajo;  enseñar a los pacientes o su familia el manejo y cuidados de “la bolsa” que se les pone  bien en el abdomen o en el riñón. Ahora solo se atiende a los pacientes ingresados Estos pacientes han disminuido un poco las primeras semanas del confinamiento. La dinámica o rutina laboral se ha modificado un poco, ya que no hay  atención directa a pacientes que vienen a consulta, estas se han realizado por teléfono. En cuanto al cambio, tienes dificultad para poder comunicarte a cara descubierta  con la mascarilla   se dificulta el entendimiento,  se amortigua el sonido y no existe  proximidad.

2. ¿Cuando te diriges a tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Cuando salía de casa me parecía una ciudad fantasma, salía con un poco de reparo ya que a pesar de ser el mismo horario de todos los días te encontrabas con poquísimas personas casi ningún coche, solo el sonido de tus pasos. En primer lugar doy gracias a Dios por empezar un nuevo día , acordándome de los que no pueden hacerlo.  Llegando al  hospital voy retomando lo que dejé el día anterior y lo nuevo que tengo en la agenda para este día.  Cuando llego voy al cambio donde me entero si ha habido pacientes nuevos y quién de los pacientes ingresados serán dados de  alta. Al entrar en la sala  encuentro silencio , porque los pacientes y familiares son  menos que en otras ocasiones y  se siente en  el ambiente el temor a poder contagiarse y a la situación que se está viviendo.

3. De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.

Dentro de mi trabajo diario a los sitios que tenía que ir no eran zonas donde estuvieran los pacientes con el COVID -19 POSITIVO (hubo 2 en zona restringida) , pero me quedo con el miedo que tenemos los profesionales, los propios pacientes y familiares a coger el virus, ya que ahora se hacen más test a los pacientes que ingresan, pero al principio estabas con cierta desconfianza hacia ti y todas las personas que estaban en el hospital por ser posible receptor o portador. La impotencia de saber que había personas infectadas ya en el hospital y no tener medios suficientes (mascarillas y guantes) para poder cambiarte por lo menos de mascarilla.

4. ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.

Como experiencia positiva, las demostraciones de afecto y cariño por parte de los pacientes y familiares. Llamadas de pacientes externos dando las gracias personalmente y que lo hiciera extensivo a mis compañeras/os por la situación y por nuestro trabajo ante esta nueva situación para todos.

5. ¿Con qué te quedas de todo esto?

Con la SOLIDARIDAD y el AGRADECIMIENTO de todas las personas durante estos días, esperemos que sigan confiando en el personal sanitario como hasta ahora. Que tengamos ESPERANZA en que podremos salir, abrazarnos y realizar los eventos familiares y con amigos como hacíamos antes y no tener prisas hasta que no tengamos seguridad de que se están haciendo bien las cosas. Y  sobre todo NO OLVIDAR por si tenemos posibilidad de actuar antes si esto se repitiera.

6. Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías al Cristo y a la Virgen?

Que se sigan cerrando hospitales y servicios clínicos, señal que va disminuyendo la epidemia.  No necesito nada anormal, en primer lugar  que termine esta situación, tener salud para disfrutar de mi próxima jubilación, con mi familia directa y resto de familiares y amigos. Al  Cristo y a la Virgen les pido, como siempre, que ayuden: a todas las personas que sufren en su etapa final  a descansar en paz , a las personas que no tengan trabajo y a todas esas personas que necesitan ayuda. Para mí y mi familia salud.

En tercer lugar, traemos la visión de Luis Martínez Fernández, Operario de Maquinaria en fábrica Lysur de abonos químicos para el campo, en Sevilla.

1.- ¿Estás realizando ahora mismo el mismo trabajo que desempeñabas antes de empezar la crisis? En el caso de que tu trabajo haya cambiado, ¿en qué ha consistido el cambio?

Si, pero con más producción de lo habitual.

2.- ¿Cuándo te diriges hacia tu lugar de trabajo qué piensas, en qué pones tus pensamientos? Y cuando llegas, ¿qué te encuentras?

Cuando salgo de mi casa al trabajo la frialdad de ver muy poca gente en la carretera; me encuentro al entrar en un polígono fantasma digamos, donde está la fábrica y un estado raro ver la mitad de personal, sensación de vacío, pero a su vez te reconforta porque sabes que vienes a tu trabajo para que el campo pueda producir y sigamos la cadena para que los consumidores puedan tener alimentos en los supermercados.

3.-De todo lo vivido hasta ahora, ¿cuál ha sido tu peor experiencia?, es decir, la vivencia más negativa.

Al temor de que un compañero se haya contagio en el trabajo, o yo mismo me pueda contagiarme, y con ello podamos contagiar a nuestras familias, gracias a dios no ha sido el caso por ahora.

4.- ¿Y tu mejor experiencia?, es decir, la más positiva.

Sentirme orgulloso de pertenecer a un eslabón de esta cadena de alimenticia y el mutuo apoyo entre empresa y compañeros donde nos estamos dándonos ánimos todos los días para seguir luchando.

5.- ¿Con qué te quedas de todo esto?

Con la implicación de todo el personal de esta cadena y las que vienen detrás, nosotros empezamos desde abajo con el abono para la agricultura y hasta el último eslabón que esta el consumidor que desgraciadamente confinado en su casa por esta horrible pandemia.

6.-Y para finalizar, ¿qué necesitas, qué le pedirías, al Cristo y a la Virgen?

Seguir como estamos, y pedirle al cristo y a la virgen , mucha salud.